4 cosas que nunca debes ponerte en la cara sin saber esto

Las lociones corporales son para el cuerpo

Quizás estés pensando, "OBVIO". Pero no vas a creer la gran cantidad de personas que se ponen cremas para el cuerpo en la cara. Hidratar tu rostro es muy importante, pero la piel de nuestro rostro es mucho más delgada que la de otras partes del cuerpo. Las lociones corporales tienden a ser más espesas y contienen más fragancias que los humectantes faciales, por lo que podrían provocar reacciones alérgicas y brotes, si se usan en la cara.

Para asegurarse de que su piel mantiene un equilibrio saludable de humedad y para prevenir cualquier brote, asegúrese de usar una crema hidratante facial sin aceite ni fragancia.

Azúcar

El azúcar es un ingrediente popular utilizado en muchos exfoliantes faciales, pero el uso de azúcar como exfoliante en la cara puede raspar y raspar la piel.

Evite el uso de productos con partículas duras, ya que pueden causar desgarros microscópicos en la piel y provocar brotes. Use el azúcar con cuidado, y si su piel es sensible, piénselo mejor antes de usarla.

Jugo de limón

Los limones tienen un químico llamado psoralen, y te hace delicadamente sensible a la luz. Se activa en unos 10 a 15 minutos y tarda unas 24 horas en desaparecer. Así que, si te lo untas y sales al sol, puedes realmente ampollarte. Por eso las cremas, tanto caseras como comerciales que tengan como ingrediente principal al limón, NO SE PUEDE SALIR AL SOL con ella puesta.

Bicarbonato de sodio

El bicarbonato de sodio tiene altos niveles alcalinos que pueden disminuir el equilibrio del pH en nuestras cara y llevar a la piel realmente seca.

El pH de nuestra piel está diseñado para actuar como una barrera y mantener las bacterias lejos de su rostro. Cuando este equilibrio de pH se altera, puede causar que su cara deje de ser capaz de regular su equilibrio natural de pH y provocar brotes. Tenga precaución.

Estos 4 elementos no pueden sorprenderte si te hacen daño, ya que cada uno es único, y, lo que te prueba a ti, quizás no me pruebe a mí. ¡Cuidadito!