No sé por qué la gente quiere saber cuándo morirá. ¿Te agradaría saber en qué momento dejarás este planeta? ¿Y si la prueba sirviese para ponerte las pilas y dejar tus malos hábitos para que vivas más?
¿Te imaginas que pudieses pronosticar en qué momento vas a morir? Seguramente más de uno no lo haríamos, por no tentar a la fortuna. No hace mucha gracia pasar los días que te quedan a sabiendas de que son pocos o bien muchos. Es más, esto es algo terrible. Recientemente perdimos un familiar, se puede decir que sorpresivamente. De un día para otro nos enteramos de que solo le quedaban 30 días de vida. ¡Eso no es fácil! Te deja una sensación impotencia que dura toda la vida.
Pero ¿y si saberlo sirviese para cambiar nuestros hábitos más perjudiciales y, de esta manera, extendernos la vida? Quizás entonces muchos cambiásemos de opinión. Aunque la Biblia dice que "por más que nos esforcemos jamás podremos añadir ni años de vida ni un codo de estatura" (parafraseando).
En fin, miramos con envidia a los atletas que tienen una enorme capacidad aeróbica, especialmente si nos cuesta mucho hasta subir las escaleras. No solo deberíamos tener envidia, deberíamos intentar emularlos, puesto que hay otra razón por la que es esencial este ajuste aeróbico: puede reducir el peligro de muerte por enfermedad cardiaca, cáncer y otras enfermedades, conforme estudios que se hicieron públicos en la European Society of Cardiology.
¿Cuánto eres capaz de soportar?
En conjunto, como dice la revista 'Men's Health', los estudiosos examinaron a 12,615 participantes con edades comprendidas entre los 18 y 91 años. Estas personas tenían todos enfermedades coronarias. Así que, todos debieron someterse a exactamente la misma prueba de esfuerzo: correr en una cinta hasta el agotamiento, mientras que se les efectuaba una ecocardiografía. Los resultados de la prueba de esfuerzo se midieron en equivalentes metabólicos (MET), o bien el costo de energía de una actividad (un MET es el equivalente a estar sentado reposadamente, y 6 o bien más MET equivalen a efectuar actividades extenuantes como correr o bien montar en bici).
Los participantes fueron separados en 2 equipos, los que tenían capacidad funcional y los que no para tener un buen desempeño en la prueba de esmero, los participantes debían conseguir diez MET, el equivalente a poder subir 3 o bien 4 tramos de escaleras velozmente sin detenerse, conforme el cardiólogo Jesús Peteiro-Vázquez, autor primordial del estudio. Cuando acabó la prueba se les apartó en 2 conjuntos, los que habían logrado lograr la medida señalada, que fueron nombrados "con buena capacidad funcional", y los que no pudieron conseguirlo.
5 años después se volvió a efectuar una investigación con los individuos que habían participado en la prueba, y se descubrió que los que no la habían superado tenían hasta 3 veces más probabilidades de fallecer por enfermedades cardiovasculares y prácticamente el doble de probabilidades de fallecer de cáncer a lo largo de ese periodo de 5 años que las del conjunto en estupenda condición física.
"Nuestros resultados se aúnan a lo que sabíamos sobre las ventajas de estar en forma", afirmó Petiero-Vázquez. “La actividad física tiene un efecto positivo sobre la presión arterial y los lípidos, y, por tanto, en el sistema cardiovascular. Asimismo, reduce la inflamación".
Por esta razón, lo mejor que podemos hacer es tratar de apresurarnos para tomar el autobús y subir las escaleras en lugar de tomar el ascensor, y todavía mejor, salir a correr algunas veces.
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